Las marcas han encontrado en la impresión digital y los acabados un importante aliado para conseguir destacar mediante el embalaje de sus productos
El packaging es uno de los factores más cruciales de la comercialización de un producto. Capta la atención del consumidor entre las múltiples opciones que se pueden encontrar en el estante de cualquier comercio y lo atrae a realizar una compra. En un mundo en el que los consumidores son bombardeados con mensajes publicitarios, es más importante que nunca que las marcas consigan que sus productos destaquen y una forma de hacerlo es utilizar la impresión digital para el embalaje de sus productos.
A diferencia de los métodos de impresión tradicionales, la impresión digital ofrece a las empresas una mayor flexibilidad en términos de diseño y coste. La impresión digital generalmente requiere menos tiempo de configuración y costos de mano de obra, lo que la hace más asequible para las pequeñas y medianas empresas. No requiere el uso de troqueles físicos, por lo que es mucho más rápida la preparación del trabajo.
Pero la impresión digital no se trata solo de velocidad y eficiencia, sino que también ofrece a las marcas una gama de posibilidades creativas. Los últimos avances en tecnología de inyección de tinta permiten imprimir a todo color en casi cualquier tipo de material. Además, el avance de los equipos de postimpresión (laminadoras, barnizadoras, troqueladoras digitales…) incrementan el valor diferencial. Como resultado, las empresas pueden crear envases altamente personalizados que captarán la atención de los compradores.
Una breve historia del packaging
Los procesos de embalaje tienen sus raíces en los primeros días del comercio, cuando los comerciantes necesitaban formas de transportar y almacenar sus productos. Los barriles de madera eran el almacenamiento más común en la Edad Media, pero fue a partir en los inicios del siglo XX cuando los comerciantes dejaron los cajones y cajas de madera hechos por sí mismos para centrarse en el uso de papel y cartón.
Antes de la revolución industrial, los fabricantes solían realizar los embalajes a mano. Esto requería tiempo y dinero, provocando que se desarrollaran nuevas tecnologías de packaging que permitieron a las empresas producir sus productos en masa y reducir drásticamente los costes.
Si bien el embalaje se utilizó principalmente para proteger los productos de daños durante el transporte, la revolución industrial allanó el camino para la producción y comercialización en masa. Comercializar productos para un público muy amplio se convirtió en la norma y, como resultado el packaging se convirtió en una herramienta esencial para las marcas.
Impresión y packaging
En los primeros días de la impresión, el embalaje de los productos solía ser simple y funcional, con poco énfasis en el atractivo estético. Se primaban los fines prácticos, como identificar el contenido de un paquete o indicar las instrucciones de uso.
Los primeros ejemplos de envases impresos se remontan al siglo XV, cuando se usaba la impresión en bloque para decorar bolsas y sacos de tela. En el siglo XVII, se desarrolló la litografía para imprimir imágenes a gran escala. Pronto se popularizó la impresión de imágenes en hojas de papel, que luego los trabajadores pegaban a los contenedores.
No fue hasta el siglo XIX que los avances en la tecnología de impresión hicieron posible imprimir directamente sobre vidrio, metal y otros materiales. Y la introducción de la impresión en color a principios del siglo XX transformó el diseño de los envases, haciéndolos más llamativos y efectivos para transmitir información sobre el producto.
Como hemos comprobado, el packaging ha recorrido un largo camino desde los días en que simplemente se envolvía productos en papel o tela. Con el tiempo, ha evolucionado para satisfacer las necesidades tanto de los consumidores como de las empresas. Ahora es una parte integral del proceso de fabricación, y la industria del embalaje es un actor importante en la economía global.
El packaging juega un papel fundamental en la protección y conservación de los productos. Además, también mejora la imagen de marca, volviéndose cada vez más sofisticado y proliferando diseños según el tipo de producto y propósito.
Maquinaria, postimpresión y packaging
La impresión digital es una opción versátil y que encaja con empresas de todos los tamaños. Es rápida y eficiente, ofrece resultados de gran calidad y es respetuosa con el medio ambiente. Además, permite gestionar con eficacia tiradas cortas y personalizadas, lo que la hace muy rentable.
Actualmente, para crear envases creativos y que otorguen un importante factor diferencial, la impresión digital dispone de diferentes equipos, como las barnizadoras UV Spot. En este ámbito sobresale la Duplo DuSense, capaz crear texturas y brillos sorprendentes en el material impreso, mejorando así el atractivo de cajas, cartones, bolsas o etiquetas.
Si nos centramos en los trabajos de corte y hendido, las troqueladoras digitales han aumentado las posibilidades de muchas empresas de diseñar sus envases o etiquetas con formas creativas. Por esta razón, máquinas como las PFi Blade son ya primordiales para que cualquier taller de imprenta pueda responder a este tipo de pedidos. Se trata de equipos ideales para la confección de cajas, estuches, tarjetas de visita, etiquetas o tickets personalizados. El hecho de no requerir un troquel de corte para diseñar cada trabajo les otorga mucha agilidad para responder a tiradas cortas y de entrega rápida, cada vez más habituales en el sector. La gama PFi dispone de los modelos B2+ -con un tamaño de hoja de hasta 800x600mm- y la B3+, con unas medidas más compactas para adaptarse a cualquier pequeño taller o comercio de impresión. Las dos están equipadas con el software PFi Connect, que facilitan la preparación de cada trabajo, añadiendo marcas de registro en cada esquina, así como códigos QR, para identificar automáticamente cada uno de ellos.
Acabados y efectos
Como hemos expuesto, la impresión digital también puede producir acabados y efectos personalizados que agregan valor y atractivo estético a su empaque. Desde recubrimientos UV de alto brillo como el que ofrece la DuSense hasta laminados suaves al tacto, hay infinitas maneras de darle a un envase el dinamismo adicional que necesita para resaltar. Por esta razón, la impresión digital es una de las tecnologías más innovadoras que ha afectado a la industria del embalaje en los últimos años. A medida que las empresas recurren cada vez más a la impresión digital para sus necesidades de embalaje de productos, está claro que esta tecnología ha llegado para quedarse.
Los beneficios de la impresión digital son, simplemente, demasiado importantes como para que el sector del packaging los ignore y las innovaciones en la maquinaria de postimpresión suponen un impulso extra para que los procesos de producción sean cada vez más eficientes. Muchas de estas novedades van vinculadas a la automatización de los equipos para facilitar su uso, sin que sea necesario un operador especializado para su funcionamiento. Unido a la eficiencia energética de estos equipos, incluso será más fácil y más rentable producir envases de primera categoría. De hecho, máquinas como los equipos multifunción consiguen integrar trabajos de corte, hendido y perforado en una sola pasada, ganando tiempo, eficacia y reduciendo la factura eléctrica gracias a su eficiencia energética.
Promover el uso de materiales ecológicos y biodegradables como el papel o el cartón también es necesario a medida que las empresas y la sociedad en general buscan formas de reducir su impacto ambiental.
EMG (Equipos y Maquinaria Gráfica) dispone de un amplio catálogo de equipos para realizar múltiples acabados de impresión, entre los que se pueden encontrar soluciones adaptadas a los trabajos de packaging. Además de distribuir marcas de referencia en el sector, ofrece un servicio integral que va desde el asesoramiento previo al servicio postventa.